Ayer por la tarde, la defensora general de la Nación, Dra. Stella Maris Martínez, participó en la jornada “Jóvenes, adicciones y acceso a la justicia”, que se realizó en la sede de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN). Allí, junto al secretario general Julio Piumato, al padre Lorenzo “Toto” De Vedia y al defensor público oficial Mariano Gutiérrez, presentaron el Proyecto Dimas
La iniciativa, que se desarrolla a partir de un convenio que suscribieron la Defensoría General de la Nación (DGN) y la UEJN, tiene la finalidad de acompañar a personas asistidas por el Ministerio Público de la Defensa (MPD), en especial a jóvenes en conflicto con la ley penal por delitos leves, en su proceso de reinserción social, procurando evitar el ingreso al sistema penitenciario.
La experiencia piloto permite que ciertos/as asistidos/as del MPD que acceden a una suspensión de juicio a prueba concurran a las instalaciones de las parroquias Virgen de los Milagros de Caacupé (Barracas, CABA) y San Juan Bosco (José León Suarez, Pcia. de Buenos Aires), pertenecientes a la Federación Familia Grande de los Hogares de Cristo, para desarrollar tareas comunitarias y realizar cursos de formación profesional dictados por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), que les brinden posibilidades de independencia económica.
“Quienes trabajamos en la justicia penal sabemos que el sistema tal como está ahora no sirve para resocializar, es un contrasentido solo útil como castigo. Lo que genera la intervención de la justicia penal es convertir a la persona que podría superar su situación problemática en alguien que pierde todas las oportunidades. Este problema se agrava aún más cuando trata casos de niños, niñas y adolescentes en conflicto con la ley penal o de personas con adicciones”, dijo la defensora general al inicio de su intervención.
Martínez explicó que “para casos de delitos primarios no graves existen mecanismos de solución alternativa de conflictos por los cuales evitamos la criminalización sometiéndolos a la suspensión de juicio a prueba. Pero esto se convirtió en un mero paso procesal, que disminuye la cantidad de juicios y conviene al individuo acusado porque evita la condena, pero que brinda un trato que falta el respeto a la dignidad”. Sobre este tipo de procesos afirmó que “no deberían ser una forma de impartir sufrimiento al acusado, sino que deberían ser una experiencia de brindar ayuda a la comunidad”. “Para aquellos que incurren en un primer acto delictivo, tenemos que aprovechar esa oportunidad para devolverle los derechos a los que su trayecto de vida no le permitió acceder. Por eso, con el proyecto Dimas estamos buscando contener a las personas, enseñarles un trabajo y brindarles nuevas oportunidades”, propuso.
La defensora general dijo que “en este esfuerzo conjunto, nosotros capacitaremos a los defensores para que seleccionen a la gente que pueda participar del proyecto, contaremos con la ayuda de los sindicatos para poder capacitarlos y con la contención y los espacios que brindarán los Hogares de Cristo”.
“Esto tiene que ser una cachetada a la indiferencia de la comunidad y del Poder Judicial. Tenemos que demostrar que es una solución racional y comprometida a la situación social crítica. De esa manera no solo vamos a dignificar a las personas que pasen por este proyecto, sino también a nosotros mismos y vamos a asumir nuestra responsabilidad como comunidad”, concluyó.
Luego, el defensor público oficial a cargo del equipo Acceder de la DGN, Dr. Mariano Gutiérrez, amplió sobre los alcances de la iniciativa: “la capacitación que propone el proyecto Dimas le brinda a la persona una acreditación formal que le va a permitir insertarse en el mercado de trabajo. Esto significa un gran cambio en la lógica de trabajo con los afectados por el sistema penal. Además, se prevé la realización de trabajo comunitario que sea pleno de sentido, un trabajo de servicio para los desfavorecidos y no sólo una mera formalidad. Cambiar el sometimiento por la inclusión social y la ampliación de horizontes, eso significa el proyecto.”
A su turno Julio Piumato expresó que “el proyecto Dimas surge del compromiso que tiene la UEJN con el fin de hacer una sociedad más justa y que el sentido de solidaridad entre los trabajadores sea cada vez más profundo, porque si nuestra sociedad naufraga nos lleva puesto a todos y a todas.” En sentido coincidente el padre “Toto” calificó a la iniciativa como “muy esperanzadora” y propuso “acompañar esta experiencia para que ayude a los pibes y las pibas a tener un reencuentro con su vida y con la sociedad.”