En el día de ayer, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 de San Martín condenó al youtuber Marcos Ernesto Cabrera a la pena de 4 años de prisión por el delito de reducción a la servidumbre, en perjuicio de GBDM. Además, ordenó la reparación integral de la víctima por la suma de seis millones de pesos y dispuso que dicho monto sea actualizado a la fecha del pago por la tasa activa del Banco de la Nación. Todo ello, en concordancia con lo solicitado por la Defensora Pública de la Víctima de la provincia de Buenos Aires, Dra. Inés Jaureguiberry y el Defensor Público Coadyuvante, Dr. Gonzalo Artola.
La Defensora Pública de la Víctima intervino en el proceso luego de que la víctima denunciara a su defensor particular ante el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal por no haber cumplido actos esenciales de la querella. En estas circunstancias, la actuación de la DPV se dio en consonancia con el precedente Del'Olio de la CSJN y se reconocieron facultades a la querella para solicitar una reparación integral.
Si bien se impuso al condenado una pena de efectivo cumplimiento, ésta se mantendrá hasta que el fallo adquiera firmeza, dado que el influencer uruguayo transitó en libertad todo el proceso.
El caso
Entre mediados de diciembre de 2019 y fines de enero de 2020, el acusado se aprovechó del estado de vulnerabilidad en que GBDM se encontraba y la redujo a la servidumbre por trabajo forzoso. Ello ocurrió en el barrio cerrado “San Marcos” de la localidad de Belén de Escobar, partido de Escobar, provincia de Buenos Aires.
Al momento de los hechos, la víctima atravesaba una difícil situación personal, habitacional y laboral, lo que derivó en un intento de suicidio. Luego de su internación por esta cuestión en el Hospital Fiorito, tuvo un problema familiar que la llevó a abandonar su hogar.
En este contexto, fue contactada para trabajar con Cabrera y su equipo y comenzó a vivir en el lugar. La oferta consistió en una falsa promesa de buen salario, comida y vivienda.
Una vez que GBDM comenzó a vivir allí, Cabrera, por sí y por intermedio de otras personas que se encontraban bajo su mando, la sometió a su autoridad y voluntad, a precarias condiciones laborales, otorgándole insuficientes alimentos, y sometiéndola a burlas constantes. La víctima realizaba su labor mientras padecía malas condiciones de alimentación, y bajo la amenaza de descontarle sumas de dinero que iba a percibir como salario o de expulsarla de la casa, en caso de no cumplir con las condiciones que le imponían.
Esta situación de coerción incluso generó el contexto apropiado para que GBDM sea víctima de un hecho de violencia sexual por parte de uno de los integrantes del equipo liderado por Cabrera, hecho que se encuentra en plena investigación ante la justicia ordinaria.
En una ocasión, a fines del mes de enero, se le exigió a la víctima la entrega de trabajos en un plazo que no podía cumplir y, ante esta presión, GBDM tuvo una crisis que generó que se convocara a su tía para asistirla, quien finalmente tomó sus pertenencias y la retiró del lugar.