Desde la Defensoría General de la Nación difundimos el pronunciamiento conjunto “A 40 años de democracia: La deuda es con las infancias y las adolescencias”.

El documento, firmado durante el mes de agosto pasado por la Defensora Nacional y los Defensores Provinciales de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA), se dirige a las autoridades que resulten del proceso electoral actual para convocarlos/as “a otorgarle absoluta centralidad y prioridad a la protección de la niñez y la adolescencia en todas las políticas y planes de gobierno, consolidando los pisos de garantía de derechos ya alcanzados”.

La Red de Defensores/as advierte la ausencia de una perspectiva de derechos humanos de NNyA en los discursos y propuestas de los/as candidatos/as y destaca “la necesidad de avanzar en la identificación y resolución de los temas cruciales que vulneran los derechos de infancias y adolescencias”, tales como la pobreza, las violencias, la falta de acceso a la salud y a la educación. El documento también sostiene la importancia de “avanzar en una justicia juvenil acorde a estándares de derechos” y expresa su “rechazo a cualquier política o decisión de gobierno que suponga un retroceso en los avances obtenidos en 40 años de democracia”.

En ese sentido, el pronunciamiento se refiere al acuerdo suscripto por el Ministerio Público de la Defensa, junto a otros organismos públicos especializados, en el que se consensuó “la necesidad de la derogación del Decreto-Ley 22.278 y de la sanción de una Ley de Justicia Juvenil que, tal como lo dispone el Comité de los Derechos del Niño en su Recomendación al Estado argentino en 2018, no debe reducir la edad mínima de punibilidad ni endurecer las penas, debe garantizar que la privación de libertad sea la última ratio y por el menor tiempo posible, y promover alternativas a las medidas judiciales.”

Entre las políticas destinadas a garantizar los derechos de NNyA, el documento señala que “se debe aumentar el presupuesto destinado a políticas que impactan de forma directa e indirecta en la niñez y adolescencia”, como las de seguridad social, seguridad alimentaria, el acceso al agua potable, a la salud mental, la prevención de la violencia institucional y el abuso sexual infantil, la mitigación de los efectos del cambio climático, y la inclusión de niños y niñas con discapacidad así como la de quienes se encuentran en situación de movilidad humana.

Para concluir, se consigna que “la democracia es con las chicas y los chicos” y ello requiere de la participación y protagonismo de NNyA en la toma de decisiones y en la implementación de un proyecto colectivo de Nación.