El pasado 14 de marzo, el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) otorgó la ciudadanía argentina por opción a un asistido de la Comisión del Migrante de la Defensoría General de la Nación de 48 años de edad que era apátrida desde su nacimiento. Para ello, fue fundamental el trabajo conjunto de distintas áreas y dependencias del Ministerio Público de la Defensa, el RENAPER y la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. 

El asistido pidió que la Comisión del Migrante intervenga para apelar su orden de expulsión del territorio nacional, dictada por la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) en virtud de sus antecedentes penales en el país. 

El asistido nació en Génova, Italia, en el año 1975, y vive en Argentina desde que tenía un año. Cuando era menor de edad, su madre aportó a DNM su partida de nacimiento y el organismo lo registró como ciudadano italiano. Sin embargo, en el trámite recursivo de su orden de expulsión el Consulado Italiano en Buenos Aires informó que, dado que en Italia rige el criterio de Ius Sanguinis, y que su madre -única progenitora que figura en su partida de nacimiento- no es italiana, sino argentina, no podía ser ciudadano italiano. Al mismo tiempo, rige en Argentina el criterio Ius Soli para la asignación de ciudadanía, por lo que, al haber nacido en Italia, tampoco era ciudadano argentino. Al advertir la situación de apatridia, la Comisión del Migrante planteó la suspensión del trámite de su expulsión del país, que así se decidió en el ámbito de la Dirección Nacional de Migraciones.   

En ese contexto, a partir que su madre es argentina nativa, y mediante el asesoramiento de la Dirección de Identidad de RENAPER, la Comisión del Migrante hizo diversas gestiones para que pudiera tramitar la ciudadanía argentina por opción, pese a contar con antecedentes penales, de modo de evitar que quedara definitivamente en situación de apatridia. 

Para iniciar el trámite, sería necesario como requisitos contar con la partida de nacimiento del padre o madre argentino/a, y la partida de nacimiento apostillada del solicitante, traducida por traductor/a público/a. Sin embargo, la obtención de dicha documentación resultó compleja, y requirió del esfuerzo conjunto de diversos organismos que prestaron colaboración a la Comisión del Migrante. 

Como primer obstáculo en el caso, la madre, que había nacido el año 1939 en un pequeño pueblo de la provincia de Entre Ríos, no contaba con su propia partida de nacimiento debido a que la había extraviado. Frente a ello, luego de remitir diversos oficios al Registro Civil de Entre Ríos sin poder obtener la partida de nacimiento requerida, la Comisión del Migrante solicitó la colaboración de la Defensoría Pública Oficial ante los Tribunales Federales de Primera y Segunda Instancia de Entre Ríos, que pudo obtener la partida de nacimiento y la remitió a la Comisión. 

Luego, la Comisión del Migrante solicitó la colaboración del Consulado Italiano en Argentina para obtener la partida de nacimiento apostillada, pero no se obtuvo un resultado positivo por parte del Consulado. Frente a ello, y dada la gravedad de la posibilidad de que quedara definitivamente en situación de apatridia, la Comisión del Migrante solicitó la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que finalmente obtuvo la partida de nacimiento por vía consular y la remitió a la Comisión. Seguidamente, la Comisión del Migrante solicitó la colaboración del área de Fortalecimiento Institucional de DGN para que la misma fuera traducida por un/a traductor/a público/a. 

Una vez obtenida toda la documentación, fue necesario solicitar una vez más la colaboración de la Dirección de Identidad de RENAPER, que asignó un turno especial al asistido para iniciar el trámite de ciudadanía, ya que el sistema de turnos online requería ingresar un CUIL o número de documento, lo que era imposible debido a su condición de apátrida. Finalmente, el 14 de marzo pasado, la Comisión del Migrante lo acompañó a la sede de RENAPER designada, en donde pudo iniciar el trámite de solicitud de la ciudadanía argentina por opción. Ese mismo día por la tarde, RENAPER aprobó su solicitud y le asignó un número de Documento Nacional de Identidad (DNI). 

Luego de pasar toda su vida sin ciudadanía de ningún Estado, gracias al esfuerzo conjunto del MPD, el RENAPER y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, pudo ser ciudadano argentino y ya cuenta con su DNI.