El día de ayer, la defensora general de la Nación, Dra. Stella Maris Martínez, participó de manera virtual del conversatorio “Encuentro sobre Memoria, Verdad y Justicia para las víctimas del terrorismo de Estado”, que se realizó en el Salón Azul de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa.
La actividad, que tuvo lugar en el marco de la semana en la que se recuerda el 46º aniversario del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura militar en Argentina, fue moderada por el defensor público de víctima con asiento en la provincia de La Pampa, Dr. Martín García Ongaro. También expusieron el Dr. Eduardo Aguirre, ex defensor general de La Pampa, docente e investigador; y la Lic. Liliana Ottaviano, integrante del dispositivo de acompañamiento a víctimas en los juicios de la Subzona 1.4.
Durante su intervención, la defensora general rindió homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado y a los organismos de derechos humanos: “gracias a su fuerza y a la valentía con la que pusieron el cuerpo para prestar declaración, gracias a que les pusieron voz a los desaparecidos, pudimos llegar a la situación actual”.
Luego explicó que “esa valentía increíble de las víctimas de delitos de lesa humanidad radica en que ellas -a quienes el Estado dejó de proteger, a quienes el Estado persiguió, atacó, robó, torturó y mató- volvieron a confiar en la justicia”. “Las víctimas tienen que presentarse a declarar ante la justicia con el recuerdo de los habeas corpus que se presentaron y no se investigaron, con la sensación de entrar a un territorio hostil”, señaló.
Sobre las dificultades para juzgar los crímenes de lesa humanidad en la Argentina, la Dra. Martínez dijo que “hubo que mantener una presión muy fuerte durante muchos años porque ante variaciones de la situación política la justicia retrocedía, aunque sabía que los delitos debían ser investigados. La justicia, a lo largo de estos 46 años, por sus demoras burocráticas y por no escuchar a las víctimas, permitió que muchos acusados no sean llevados a juicio”.
En contraposición a eso, afirmó que “gracias al relato de las víctimas, estos procesos contribuyen a reconstruir una verdad que ayuda a comenzar a sanar las heridas de la sociedad”. “El prestar testimonio es un acto de militancia política, es un acto de reivindicación, a pesar de que se narran episodios traumáticos que se sufrieron en carne propia”, con estas palabras la Dra. Martínez hizo un especial reconocimiento a las víctimas que denunciaron delitos de violencia sexual en el marco de los juicios de lesa humanidad.
Por otro lado, la defensora general se enorgulleció de los logros obtenidos en nuestro país durante los juzgamientos por delitos de lesa humanidad, pero advirtió: “tenemos que ir por más para que nunca más vuelvan a ocurrir dramas terribles como este, debemos luchar contra la violencia institucional todavía presente en nuestra sociedad, para eso es fundamental que se nombren titulares de los 24 cargos de defensores públicos de víctima federales que fueron creados hace cinco años”.
“Toda esta militancia para obtener justicia es un faro para el resto de nuestra historia, y nos tiene que hacer entender que debemos crear una justicia más respetuosa de los derechos humanos, una justicia racional, que sirva para superar los conflictos y que busque métodos de reparación a las víctimas”. Y agregó: “nuestro pueblo tiene un compromiso con los derechos humanos que hay que profundizar manteniendo la memoria, porque siempre corremos el riesgo de recaer en situaciones similares, en las que el Estado nos ataque, nos persigue y nos destruya. Entre todos tenemos que reclamar permanentemente una justicia que cumpla con su rol, que respete a los derechos humanos y que impida los avasallamientos del poder sobre todos, en especial sobre los más vulnerables”, concluyó.
Por su parte, la Lic. Ottaviano sostuvo que existe una diferencia entre la verdad procurada por la justicia y la verdad relatada por el sujeto. “En los juicios los sobrevivientes le hablan a toda la sociedad, son una usina de narrativa sobre lo sucedido, a pesar que ese relato, que en un punto se vuelve inenarrable, produce marcas en ellos y ellas”, describió. También destacó “la importancia del significante de Memoria, Verdad y Justicia como organizador de toda la escena judicial, a la que le da sentido 46 años después”. La psicoanalista concluyó que estos procesos permiten “la transmisión de la verdad como un acto político que exorciza la posibilidad de la repetición”.
A su turno, el Dr. Aguirre afirmó que “a nivel global, la justicia sufrió un proceso de colonización y se impuso a toda la humanidad un enorme sistema punitivo selectivamente injusto, que tiene a la guerra entre sus mecanismos principales y que busca ya no anexar espacios geográficos, sino lograr objetivos culturales mediante estrategias propagandísticas que imponen sistemas de vida, valores y creencias, además de apropiarse de recursos escasos”. “A diferencia de otros países, la Argentina tiene la tradición de los juicios de lesa humanidad realizados con sus jueces naturales y en su propio territorio, eso hay que reivindicarlo y dejar de lado los tribunales centrados en el modelo norteamericano; tenemos crear una justicia basada en la riqueza de conocimiento de nuestros pueblos”, concluyó.
Para acceder a la exposición completa, se puede ingresar al siguiente vínculo: https://youtu.be/CgOsQBcOghY