Durante la tarde de ayer, y con motivo de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, se realizó de manera remota el encuentro “Techo de cristal en la justicia: diagnóstico y propuestas para políticas igualitarias”, organizado por el Ministerio Público de la Defensa de la Nación (MPD) con el apoyo de la Embajada de Canadá en Argentina y Paraguay.

La paridad de género en la justicia y las limitaciones a las que se enfrentan las mujeres que participan en concursos públicos de antecedentes y oposición para acceder a los cargos más altos de la carrera judicial fue el tema que abordaron las doctoras Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación; Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA); Gabriela Vázquez, jueza de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo; y Raquel Asensio, coordinadora de la Comisión sobre Temáticas de Género de la Defensoría General de la Nación (DGN).

Fue Asensio, precisamente, quien dio inicio a la charla. La magistrada de la DGN adelantó que la Comisión que coordina realizó una investigación para conocer mejor la situación en el MPD, tomando como punto de partida el Mapa de Género de la Justicia argentina, elaborado por la Oficina de la Mujer de la CSJN. Acerca de algunos de los conceptos que marcan el eje del trabajo, Asensio explicó que “‘techo de cristal’ o segregación vertical” hace referencia a los obstáculos que no son explícitamente excluyentes pero que hacen que las mujeres no puedan acceder a puestos jerárquicos en las estructuras verticales. Es una barrera que no se ve pero que no se puede atravesar. El concepto de “piso pegajoso” es la contrapartida: cuáles son los procesos que hacen que las mujeres queden más adheridas a las estructuras más bajas de las pirámides jerárquicas”.

Los resultados de la investigación que presentó Asensio sugieren la presencia de una clara dificultad de acceso a los cargos jerárquicos por parte de las mujeres, si se toma en cuenta la pérdida de puntos porcentuales de integración de mujeres a medida que se avanza en la carrera: las mujeres configuran el 58% del total de integrantes del MPD, pero solo ocupan el 37% de cargos de magistrados/as, el 56% de cargos de funcionarios/as y el 44% de personal de servicios auxiliares (ordenanzas). La mayor cantidad de mujeres son empleadas del agrupamiento técnico-administrativo (66%).

Natalia Gherardi, basándose en una investigación de ELA, afirmó que “pese a la existencia de leyes de cupo y de paridad de género, a lo largo de los últimos 10 años hubo pocos cambios en la representación de las mujeres en instancias de decisión.” “Deben profundizarse las estrategias para promover a las mujeres y otros colectivos en espacios de decisión para mejorar la representatividad democrática”, sugirió. Además, planteó como cuestiones pendientes para favorecer el acceso y avance de las mujeres en espacios jerárquicos la necesidad de una organización de las tareas de cuidado que sea socialmente más justa y el abordaje de la problemática de las violencias.

“¿De qué manera podemos romper el techo de cristal?”, se preguntó Gabriela Vázquez a continuación. “Esta cuestión -afirmó- es una de las patas que necesitamos para suprimir la justicia patriarcal. La otra es que se concrete el juzgamiento con perspectiva de género, pero no alcanza con conocer las normas jurídicas (tratados internacionales y leyes domésticas) si no se desarrollan habilidades que faciliten la identificación de situaciones de discriminación estructural”.

Finalmente, Stella Maris Martínez explicó que la investigación de la que habló Asencio se motivó en “la necesidad de adoptar soluciones concretas que reviertan la situación del ‘techo de cristal’ dentro del MPD y para incentivar a que mayor número de mujeres se anoten en los concursos para defensores/as.” Además, informó que la investigación se completará con una encuesta anónima dirigida a todos/as lo/as abogados/as del MPD para indagar sobre sus perspectivas en la carrera dentro del organismo.

En la actualidad ocho de cada diez ternas confeccionadas por el MPD para cargos de defensor/a están integradas por mujeres, pero una vez que se elevan al Poder Ejecutivo solo el 27% son designadas. A partir de eso, Martínez afirmó que “en ese ámbito, dado el gran compromiso de esta gestión con las cuestiones de género, también debería haber un esfuerzo para que se envíen más cantidad de pliegos de mujeres.” Para ello, sugirió que las autoridades del Ejecutivo “antes de enviar un pliego para su aprobación, deberían ponderar cómo es la configuración del mapa de género respecto a magistrados/as en la jurisdicción que se concursó, si no, la situación no se va a modificar”.

Al concluir su intervención la defensora se comprometió a hacer esfuerzos para revertir esta situación, pero demandó un “reclamo común” para lograrlo: “si cambiamos las normas pero no cambiamos la sociedad, vamos a avanzar muy despacio”.

Otros datos que se destacan en el informe, son que entre de los cargos de magistrados/as del MPD, donde se hace mayor la brecha de género es en el fuero federal (30% de mujeres designadas) y en la DGN (27%). En contraposición, las mujeres fueron nombradas en más oportunidades en el fuero ordinario (42%), especialmente en las defensorías de menores e incapaces.

Las mujeres representan un tercio de quienes se inscriben en los concursos y aprueban los exámenes. Este dato sugiere que las mujeres ven resentidas sus posibilidades reales de crecimiento profesional por las responsabilidades familiares y de cuidado que asumen.

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