El pasado martes, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, se presentó el nuevo Protocolo interno para casos de discriminación por motivos de género del Ministerio Público de la Defensa (MPD), que está vigente desde el mes de junio para todo el personal del organismo.
Participaron la investigadora del Conicet, socióloga y doctora en Historia, Dora Barrancos; la Secretaria General de Capacitación y Jurisprudencia de la Defensoría General de la Nación (DGN), Julieta Di Corleto; Vanesa Vázquez Laba, investigadora del Conicet y la Universidad Nacional de San Martín; la coordinadora de la Comisión sobre Temáticas de Género de la DGN, Raquel Asensio, y la primera secretaria política de la Embajada de Canadá en Argentina, Karin Plyler.
El Protocolo, aprobado por disposición de la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, tiene por objeto garantizar un ambiente libre de discriminación en el ámbito del MPD, a través de acciones de prevención, orientación, abordaje y erradicación de la discriminación por motivos de género.
“Este Protocolo es solo un ejemplo más de un trabajo sostenido por el MPD a lo largo de muchos años, que comenzó en 2007 con capacitaciones sobre temáticas de género para todos los integrantes de la institución”, explicó Julieta Di Corleto.
“Tenemos un frondoso cuerpo normativo que muestra cómo la discriminación y la violencia son un obstáculo para las mujeres en el mundo del trabajo, y la administración de justicia no es una excepción”, sostuvo la funcionaria. “Estamos convencidos de que una defensa de calidad se va a lograr en la medida en que los espacios de trabajo también sean cuidados. El verdadero desafío consiste en modifica la cultura institucional. El protocolo es un instrumento que nos va a permitir construir espacios de trabajo más solidarios; un punto de partida para seguir discutiendo sobre modelos más igualitarios”.
Raquel Asensio, por su parte, describió el contenido del protocolo, las medidas de protección que contempla y los principios rectores que lo guían. “Este protocolo se aplica a los vínculos laborales dentro del MPD, porque apuntamos a tener espacios de trabajo libres de discriminación por motivos de género”, resaltó.
“Abarca todas las situaciones de discriminación o violencia, que comprenden en sus distintas manifestaciones por supuesto los hechos de violencia de género tal como están descriptos en las leyes, y el acoso sexual en cualquiera de sus manifestaciones, no solamente lo que se entiende como chantaje sexual, sino también por generación de un ambiente hostil. Y además incluye también el acoso laboral: aquellas situaciones que si son consideradas en forma aislada parecen insignificantes pero que por su sistematicidad y el efecto acumulativo generan efectos devastadores”, explicó Asensio.
“En particular, nos interesó mucho trabajar sobre este último tipo de situaciones, que suelen estar más invisibilizadas o naturalizadas. La aprobación del protocolo también es una medida de prevención, porque manda un mensaje claro institucional de que estas conductas no van a ser toleradas”, aseguró.
En su intervención, Dora Barrancos expresó una “enorme satisfacción” por el Protocolo del MPD. “Quiero festejar este Protocolo, es muy innovador. Aunque debe decirse que este ministerio fue bastante pionero en ciertos inculcamientos repedagogizantes”, agregó. “Cada protocolo es un pequeño código de procedimientos que tiene un carácter pedagógico: la comunidad despierta y después de cierto azoramiento se da cuenta de que el problema enraíza en toda la interacción humana de esa comunidad”, opinó.
“Las feministas estamos muy lejos del punitivismo, pero el problema aparece cuando una conducta no tiene ninguna sanción, y entonces se da un movimiento por la punición”, insistió. “Se trata de puniciones que debemos reservar en términos de cómo hacer los acuerdos de convivencia en cada comunidad de trabajo, cómo desnaturalizar las férulas patriarcales, cómo sacar de las circunstancias más angustiosas a las víctimas. Lo más atinado que tiene el pequeño código procesal que tienen en este protocolo, es que de alguna manera determina cuáles podrían ser las conductas reparatorias y cuáles las conductas de sanción”, comentó.
“Hay algo elemental y es la confidencialidad, que es lo que más se escabulle, es un problema serísimo. Hay que tomar todos los recaudos”, recomendó Barrancos. “Debemos construir nuevos vínculos, y en eso el Estado tiene muchísimo que hacer. Tenemos que tener institutos públicos de prevención, tiene que haber una especialización para que en tiempo y forma se pueda intervenir en las situaciones de violencia que no constituyen todavía delitos, para que pueda actuarse. Hay que invertir para prevenir”, enfatizó. Además, la socióloga remarcó que el Estado debe ratificar urgentemente el Convenio 190 sobre la Violencia y el Acoso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Va a significar un empoderamiento concreto”, remarcó.
A su turno, Karin Plyler, representante de la embajada de Canadá, felicitó a la DGN por el Protocolo y manifestó que “cada avance en los derechos de las mujeres es un avance para la sociedad en general. Parte de ese proceso es fomentar la toma de conciencia. Esta es una buena ocasión para reflexionar sobre lo mucho que se ha hecho y lo mucho que hay que hacer”.
Para finalizar, Vanesa Vazquez Lava expuso sobre el sistema universitario, se refirió al Protocolo del MPD como “de avanzada”, y reflexionó que “los casos de violencia de género no están separados de la vida institucional y política”. “Para quienes hacemos gestión en instituciones es muy importante trabajar en la gobernabilidad, y en estos espacios que crean los protocolos en las universidades llevamos adelante todas las discusiones para generar instituciones más democráticas y más igualitarias. Es un trabajo arduo, un proceso colectivo y transformador que hicimos en articulación con un montón de organizaciones feministas”.
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El Protocolo del MPD considera como hechos de discriminación por motivos de género aquellas acciones u omisiones que excluyan, degraden u ofendan a las personas en razón de su sexo, género, identidad o expresión de género u orientación sexual, y restrinjan, limiten o anulen el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos.
Incorpora una licencia con goce de haberes para los casos en que la persona sufra violencia de género y deba ausentarse por tal motivo. Entre otras cuestiones, el protocolo también señala que la persona que consulte o denuncie debe ser tratada con dignidad y se debe respetar la confidencialidad; la no revictimización, y se deberá proveer atención inmediata, evitando someter a la persona denunciante a demoras o derivaciones inconducentes o innecesarias.
Respecto a las medidas de protección, se especifica que la autoridad de aplicación evaluará la situación de riesgo y podrá adoptar las medidas que resulten necesarias, a favor de la persona denunciante y de los/as testigos/as ofrecidos en la investigación, para hacer cesar la situación de discriminación denunciada, evitar represalias como consecuencia de la denuncia y garantizar el normal desarrollo del procedimiento. Estas medidas podrán regir antes, durante, o con posterioridad a la tramitación del procedimiento disciplinario.
Además, crea un registro que permitirá contar con información para reorientar los esfuerzos institucionales, y un mecanismo específico para la presentación de las denuncias y tramitación de los procesos disciplinarios, en consonancia con lo dispuesto por la Ley Nº 26.485, de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Si trabajás en el MPD y sentís que te discriminan o sufrís violencia de género en la oficina, consultá a la Comisión sobre Temáticas de Género: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Teléfono: 5070-3216.
Todo el trámite es absolutamente confidencial.
Para conocer más sobre el Protocolo, ingresar aquí. https://www.mpd.gov.ar/index.php/secretaria-general-de-coordinacion/coordinacion-de-comunicacion-institucional-prensa-y-relaciones-con-la-comunidad/comunicacion-institucional/4714-protocolo-interno-para-casos-de-discriminacion-por-motivos-de-genero