La coordinadora del Programa de Asesoramiento y Patrocinio para las Víctimas del Delito de Trata de Personas de la Defensoría General de la Nación, Marcela Virginia Rodríguez, participó del IV Congreso Internacional y las VII Jornadas de Administración y Justicia de la ciudad de Buenos Aires (CABA), “Litigios Complejos y Derechos Fundamentales”, en homenaje al 40º aniversario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Rodríguez expuso en el panel sobre Litigios complejos y cuestiones de género, y se centró en la importancia del litigio estratégico. “El derecho es una herramienta de poder que ha legitimado la supremacía masculina, el poder de varones hegemónicos. Pero no podemos darnos el lujo de ignorarlo, porque el derecho no nos ignora a nosotras. Es una herramienta que debemos utilizar para el cambio social”, sostuvo.

“En el litigio estratégico, es importante preguntarse cuándo entrar en el sistema legal para producir cambios, marcar fisuras, cuándo no hacerlo, qué estrategias y que metodología usar, qué fundamentos desarrollar, incluso hasta qué palabras utilizar”, explicó. “Y no hay porqué restringirse a lo que existe, es necesario crear nuevas herramientas, utilizar la imaginación”.

La funcionaria describió que el litigio estratégico busca un efecto amplificador y es un proceso colectivo, y se refirió al caso de Alika Kinan, una víctima de trata de personas que fue querellante y actora civil y que fue patrocinada en la causa judicial por el programa de la DGN coordinado por Rodríguez. “Lo importante es que se condenó tanto a los tratantes como a la municipalidad de Ushuaia. Esta compensación no tiene precedentes y puede tener un efecto expansivo. Aunque no compensa todo lo que sufrió la víctima, puede restaurar un pedacito de la humanidad que le fue arrebatada en la violación sucesiva de sus derechos humanos”, comentó. “Comprometerse con el litigio estratégico para transformar el sistema de jerarquías sociales es un acto de fe radical en las posibilidades de cambio”.

Rodríguez destacó además que es fundamental escuchar y aprender de las víctimas, “porque creamos teoría a partir de la realidad de las vidas de las mujeres, no al revés. Tenemos que saber que en el caso está en juego la vida de la mujer y las decisiones finales son de ella. No podemos sustituir su voluntad, somos sólo un canal jurídico para ampliar sus voces. Esto requiere una gran humildad para poder representarlas”, finalizó.

El citado programa de la DGN fue creado en 2014 por la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, y desde entonces proporciona asesoramiento y patrocinio jurídico en casos que involucran a víctimas de trata y explotación. Desarrolla litigio estratégico para modificar las respuestas judiciales al delito y es pionero en patrocinar las primeras querellas y acciones civiles en la materia.

Las jornadas fueron organizadas por el Ministerio Público Fiscal de la CABA, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad y la Maestría en Derecho Administrativo y Administración Pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

También participaron de la mesa Gonzalo Sansó, director de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio Público de la CABA; Soledad Gennari, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén y responsable de la Oficina de la Mujer de Neuquén, Cristina Giordano, jueza del Juzgado de Control y Faltas Nº 6 de Córdoba; y Diana Maffía, directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de CABA.