El lunes 10 de abril la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) entregó el título de Doctora Honoris Causa a Fatou Bensouda, Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI). El acto contó con la participación de la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez; la rectora de la UNLa, Ana Jaramillo; el director del Instituto de Justicia y Derechos Humanos “Eduardo Luis Duhalde” de la UNLa, Gustavo Palmieri; y Vera Jarach, integrante de la Asociación Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora.

Bensouda es la primera mujer en ejercer como Fiscal Jefe de la CPI, organismo permanente destinado a juzgar genocidios y crímenes de guerra y contra la humanidad. La abogada, nacida en Gambia, fue elegida para el cargo en 2011, votada por la Asamblea de los 121 Estados miembros del tribunal internacional.

El Consejo Superior de la UNLa le otorgó el título Doctora Honoris Causa a Bensouda por su destacada actuación como activista de los derechos humanos y por haber luchado -a lo largo de su trayectoria- contra crímenes de género y violencia sexual padecida por mujeres y niños en las guerras. La universidad también destacó que la abogada africana participó activamente en las negociaciones para la integración económica de África Occidental; contribuyó en debates en distintas instancias internacionales; y fue delegada en conferencias de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito, en la organización de las reuniones ministeriales de la Unidad Africana sobre Derechos Humanos, y en las reuniones de la Comisión Preparatoria de la CPI, entre otros hitos.

“Nos congratulamos por la existencia de la CPI para condenar los genocidios”, afirmó Jaramillo durante la apertura del acto y destacó, en referencia a Bensouda, que “queremos homenajear a la primera mujer fiscal de la Corte Penal Internacional, de quien conocemos su lucha, su trayectoria, y su defensa de los valores. Sabemos que viene de otro continente saqueado. Por todos estos motivos, le damos la bienvenida a esta comunidad educativa, que no por casualidad es la primera facultad que tiene una carrera de justicia y derechos humanos”.

La defensora general de la Nación, por su parte, subrayó la importancia de que se investiguen los crímenes aberrantes contra la humanidad, felicitó a Bensouda por su comprometida trayectoria y le pidió “que siga luchando de manera tan inteligente y valiente por las víctimas [como viene haciéndolo], especialmente las mujeres y los niños”.

Martínez aseguró, además, que “el único modo de que la democracia sea fuerte y permanente, es respondiendo a los golpes de estado y a los exterminios con una fuerte reacción judicial. Creo que la justicia, aunque muchas veces no está a la altura de lo que se espera, sigue siendo la única solución”.

Gustavo Palmieri remarcó que la institución comparte el sentido de justicia y derecho de Bensouda y afirmó que en el estrado, junto a él, se encontraban cuatro mujeres líderes y pioneras en la justicia y los derechos humanos. Respecto a la gestión de Stella Maris Martínez al frente del Ministerio Público de la Defensa, el director del Instituto de Justicia y Derechos Humanos de la UNLa destacó su rol en el fortalecimiento de la defensa pública, tanto en Argentina como en la región. Acerca de la función de la Fiscal de la Corte Penal Internacional, elogió su papel al investigar los hechos más aberrantes de la sociedad y describió a la CPI como un “espacio de defensa de derechos de los pueblos”.

La Madre de Plaza de Mayo Vera Jarach manifestó la importancia -para las víctimas de los delitos- de conocer la verdad y que los tribunales impartan justicia. Además, pidió a la sociedad que no sea indiferente ante los hechos aberrantes y que reconozca a tiempo los síntomas para evitar las tragedias.

Luego de recibir el título de Doctora Honoris Causa de manos de Jaramillo, Bensouda se dirigió al público presente. “Para darle Justicia a las mujeres -afirmó- me inspiré a través del impulso de la aplicación de la ley. Creo en el poder del derecho como una potente herramienta para prevenir el delito”. Además, aseguró que es esencial que las universidades continúen incluyendo -dentro de sus currículas- el derecho y la fuerza del derecho porque son claves para proteger a los ciudadanos.

Finalmente, la Fiscal de la Corte Penal Internacional afirmó que la lucha contra la impunidad es colectiva, que las víctimas no deben ser abandonadas y que “la causa del Tribunal [por la CPI] ya se ha instalado en las conciencias y no hay marcha atrás”.

La Corte Penal Internacional (CPI)
Es la primera corte permanente, independiente, con capacidad de investigar y llevar ante la justicia a quienes cometan las violaciones más graves en contra del derecho internacional humanitario, como crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio.

Tiene sede en La Haya, Países Bajos, y fue establecida en acuerdo con el Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI, el 1 de julio de 2002.

La CPI tiene competencia, de conformidad con el Estatuto de Roma, respecto de los siguientes crímenes: genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra. Asimismo, durante la Conferencia de Revisión celebrada en Kampala a mediados del 2010 se logró adoptar una definición para el crimen de agresión. Sin embargo, la CPI no podrá ejercer su jurisdicción sobre el crimen de agresión hasta que (1) al menos 30 Estados Partes hayan ratificado o aceptado las enmiendas y (2) dos tercios de los Estados Partes hayan tomado una decisión para activar la jurisdicción en cualquier momento después del 1º de enero de 2017.

Los casos pueden ser remitidos a la Corte por un Estado Parte, por el Fiscal, o por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Honoris Causa Bensouda

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