Stella Maris Martínez, titular del Ministerio Público de la Defensa, se reunió este mediodía en su despacho con Adriana, la nieta 126 encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo, quien trabaja en la Defensoría General de la Nación.
 
El encuentro se llevó a cabo dos días después de que la asociación presidida por Estela de Carlotto anunciara la recuperación de la identidad de la nieta.
 
“Tengo tanta felicidad que me desborda y necesito compartirla con todo el mundo", dijo Adriana, y agregó: “Hasta siento que es mi obligación compartirlo, porque mi historia y mi felicidad excede mi caso personal. Siento que es una oportunidad para aportar mi granito de arena para decirle a las personas que tengan dudas sobre su identidad que no duden en tratar de saber la verdad. Cualquier verdad, por pequeña que sea, vale más que cualquier mentira. Si tienen dudas, no tengan miedo. Solo en la verdad podemos ser libres y felices plenamente".
 
Adriana, hija de Violeta Graciela Ortolani y Edgardo Roberto Garnier, trabaja en la Defensoría General de la Nación desde hace 17 años. Eligió ser abogada y trabajar en el Ministerio Público de la Defensa "porque sentía que necesitaba ayudar y pensé que desde este lugar iba a poder hacerlo. De hecho, tuve de profesora a Stella Maris en derecho penal". Por su parte, la defensora general manifestó: "Siempre es una gran noticia cuando un nieto recupera su identidad. La alegría de Adriana es la alegría de todos nosotros".
Según información publicada por Abuelas, “Violeta fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976 en el Barrio La Granja de La Plata, con un embarazo de 8 meses. Desde entonces, Edgardo buscó por cielo y tierra a su mujer y luego regresó a su pueblo en Entre Ríos. Cerca de la fecha probable de parto, emprendió nuevamente la búsqueda. Se despidió diciendo que iba a buscar a su hijo y, al poco tiempo, el 8 de febrero de 1977, en La Plata, él también fue secuestrado”.
 
Adriana nació en enero de 1977 durante el cautiverio de su madre. Como en muchos de los últimos casos, según Abuelas, “una joven se acercó al área de Presentación Espontánea de Abuelas de Plaza de Mayo luego de que alguien de su entorno le confesara que no era hija biológica de quienes la habían criado. Hasta entonces, ella no tenía dudas sobre su identidad. Ayer (por el lunes), esta joven supo que es la hija de Violeta y Edgardo. Recibió la noticia en la CONADI con enorme felicidad e inmediatamente accedió a acercarse a Abuelas para encontrarse con su familia”.
Nieta 126