La Defensoría General de la Nación (DGN) realizó esta mañana una presentación para solicitar indagatorias en el marco de la investigación por la desaparición forzada seguida de muerte y torturas de Franco Casco, cuyo cuerpo sin vida apareció flotando en el río Paraná el 30 de octubre de 2014. La DGN, querellante en la causa en representación de Ramón Casco (padre de la víctima), efectuó la imputación y solicitó las indagatorias de veintiocho personas, la mayoría integrantes de la policía provincial de Santa Fe.

Este mediodía, ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, en la causa caratulada “N.N. s/ privación ilegal de la libertad (Víctima Franco Casco)”, los defensores públicos oficiales Mariano Maciel y Nicolás Laino (co-titulares, además, del Programa contra la Violencia Institucional de la DGN), el secretario letrado y defensor público coadyuvante de la DGN, Andrés Pennisi; y el secretario letrado y coordinador del Programa contra la Violencia Institucional de la DGN, Luciano Hazan, impulsaron la imputación con el objetivo de avanzar en la investigación y juzgamiento del caso del joven desaparecido forzadamente, torturado y muerto en manos de la policía de la provincia de Santa Fe.

Franco Ezequiel Casco fue detenido el 6 de octubre de 2014 en la vía pública de la ciudad de Rosario por personal de la Comisaría 7ma de esa ciudad, mientras se dirigía a la terminal de trenes Rosario Norte para tomar un tren de retorno a Florencio Varela, donde vivía. En esa dependencia se lo alojó entre la tarde y noche de ese día y la madrugada del 7 de octubre. Allí -según consta en las pruebas presentadas por la querella- lo sometieron a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes; como consecuencia de ello perdió la vida, sin que su familia ni la sociedad en su conjunto tuvieran durante un lapso de veinticuatro días conocimiento de su paradero, debido a maniobras de ocultamiento realizadas por los imputados del caso y por la reticencia y negativa a brindar información de todo el personal de la comisaría. Incluso se fraguó una causa falsa contra la víctima con el objetivo de legitimar su detención. El cuerpo de Franco apareció, sin vida, en el río Paraná el 30 de octubre de 2014.

En el escrito de la DGN se afirma que las torturas y la desaparición forzada de Franco Ezequiel Casco "no constituyen un caso aislado sino que se dieron en un contexto de repetidas y comprobadas violaciones a los derechos humanos protagonizadas por funcionarios de la policía de la provincia de Santa Fe, circunstancia de la que dan cuenta diversos informes producidos durante los últimos años por instituciones públicas locales y por organismos internacionales".