El 30 de noviembre, Marina Chiantaretto, coordinadora del Equipo de Trabajo de Niños, Adolescentes y Jóvenes Privados de la Libertad de la Procuración Penitenciaria de la Nación; y Juan Ignacio Pérez Curci, Defensor Público Oficial ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal, dieron una charla sobre las Reglas Mandela dirigida al personal y a los adolescentes privados de su libertad del Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado “Dr. Luis Agote”.
 
Frente a los empleados de seguridad, docentes y trabajadores del Centro, los representantes de los organismos hicieron hincapié en que las reglas de Naciones Unidas son herramientas indispensables para su tarea diaria: “Tenemos que poder sentar principios básicos para prevenir la violencia. Es importante que los trabajadores puedan empoderarse con las prácticas que se detallan en las normas”, subrayó Chiantaretto.

“Ustedes, como funcionarios públicos, tienen una gran responsabilidad. Tienen que ser capacitados, tener un salario digno y ascensos. Y son fundamentales los protocolos de actuación para saber cómo proceder, cómo tratar a los privados de libertad durante los traslados o las requisas. Tienen el derecho a saber todas estas cuestiones, y también la obligación de respetarlas”, explicó Pérez Curci. También aclaró que las reglas dirigidas específicamente al personal penitenciario constituyen una innovación de las Reglas Mandela, porque su versión anterior –las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos– sólo se centraba en los derechos de los privados de libertad. Varios miembros del cuerpo de seguridad y vigilancia del Centro hicieron numerosas consultas a los disertantes.
Durante el debate, además estuvieron presentes la presidenta y vicepresidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del GCBA, así como la coordinadora del Área de Responsabilidad Penal Juvenil de la misma institución.

A continuación, los funcionarios tuvieron una charla con los adolescentes alojados en el Centro: “Ustedes están privados de la libertad ambulatoria, pero no de sus otros derechos. Tienen que conocerlos para poder reclamarlos. Son derechos para ustedes, para sus familiares y sobre el proceso judicial. Si tienen algún problema, cuéntenlo a su defensor. Los defensores tienen la obligación de venir a verlos. Ellos conocen las Reglas y van a saber qué hacer para que tengan lo que necesitan”, enfatizó Pérez Curci.

Chiantaretto, por su parte, explicó las funciones de los organismos de monitoreo e incentivó a los jóvenes para que denuncien las situaciones irregulares: “Los organismos controlamos todo lo que pasa dentro de los institutos, tanto respecto [del] personal, como en lo referido a los médicos o los operadores en general. Después hacemos informes y hablamos con las autoridades. Si ustedes quieren contarnos algo, nos llaman y hacemos lo necesario para mejorar la situación. Las Reglas son, sobre todo, una excusa para que conozcan sus derechos y puedan exigirlos”, concluyó.
La Defensoría General de la Nación y la Procuración Penitenciaria de la Nación iniciaron, en junio, una campaña para difundir los derechos de las personas privadas de libertad que se detallan en las Reglas de Naciones Unidas. Si bien no son normas de cumplimiento obligatorio para los Estados, sí se constituyen como estándares básicos que deben guiar toda aplicación de políticas penitenciarias en cualquier país del mundo.